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Acaban de publicarlo y lo puedes encontrar en Amazon |
El libro Las cuatro estaciones de Eugenia Silva es dulce, dulce y generoso. No es un libro de estilo aunque, bien pensado, tal vez sí lo sea. Hay tantas cosas que crean nuestro estilo: nuestras experiencias, la gente que nos inspira, lo que leemos, lo que comemos, cómo cuidamos de nosotros mismos, los cambios, el paso de los años y desde luego las estaciones. Es fácil de leer, como si te sentarás a tomar un té con una vieja amiga. Una de esas que ha viajado y vivido mucho pero que sigue quedando con sus amigas de la infancia. Sin poses ni prestensiones el libro esta lleno de consejos según las estaciones del año. A su vez, cada estación se reparte en: consejos de comida, trucos y cuidados de belleza, reflexiones sobre los eventos típicos de cada época, ideas para hacer regalos, sugerencias para viajar por el mundo y por España y consideraciones sobre el vestuario. Cada estación se cierra con "un paseo por mi vida" que nos regala algunas notas personales que nos ayudan a descubrir a la mujer detrás de la imagen en la que muchas veces encerramos a los personajes. Sus consejos sobre qué ponerse en otoño dicen así:
Lo que está claro es que la ropa de verano ya no nos sirve y que todavía no debemos recurrir a los abrigos de invierno, porque aún no suelen ser necesarios. Al tratarse de una estación intermedia, debemos buscar -como sucede en primavera- ropa que responda a esta característica. Tienes que ser consciente de que cuando salgas a la calle te puedes encontrar con cualquier cosa, y estar preparada para ello. (...) Yo, en estos meses, siempre procuro llevar en el bolso el típico paraguas de formato mini, un sombrero o un abriguito con capucha. En lugar de gruesas bufandas de lana utilizo fulares, que suelen estar hechos de telas más finas y ligeras, de manera que si tengo calor me lo quito y no abulta nada. Es importante elegir ropa que podamos ponernos y quitarnos sin que nos suponga una molestia tener que cargar con ella. Para esta estación me encantan las cazadoras (...) Para el día me inclino por los vaqueros, un zapato cerrado (si es bailarina, ya sabes que prefiero llevarla sin calcetín), una camiseta básica de manga larga y una cazadora de cuero motera. (...) El complemento perfecto: un bolso grande para poder meter un paraguas y alguna prenda. (...) Cuando debo ir arreglada sigo las mismas pautas, pero siempre tengo en mente que mis encuentros en otoño suelen darse en interiores, por lo que la temperatura será más alta que en la calle. En estos casos, opto por ponerme algo más ligero debajo y escoger un abrigo que sea más calentito.
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El libro está ilustrado por Jordi Labanda. |
Y así os dejo un domingo más con un nuevo leemos juntos, esta vez, casi al terminar el día. Ser mamá y blogger es a veces publicar a horas que no aparecen en las recomendaciones de ningún manual, leer a trozos entre paseos buscando castañas y escribir durante todo un día, pero sólo mentalmente. Eso sí, gracias a libros como éste he recordado algo tan sencillo como comprar flores. Me quedaré dormida con ganas de regalar y de que me regalen flores. ¡Ojalá recojas muchas alegrías con este libro, Eugenia!