Lo más normal sería que me gustase viajar pero lo que de verdad me gustan son los hoteles. Estén donde estén son mis sitios favoritos del mundo. Te costará encontrarme perdida mucho tiempo por las calles de algún lugar pero nunca me llega la hora de marcharme de un hotel que me gusta.
El momento de entrar y quedar atrapado entre lo que esperabas y la sorpresa. Llegar a mi habitación. Recorrer con los ojos todos los detalles y salir en busca de cada rincón.
Los hoteles están llenos de lujos. El lujo del sólo dos, el de las cosas bonitas, el de que te hagan la cama y te preparen el desayuno. Y están, también, llenos de lugares perfectos para leer y escribir. Pero sobre todo, para mí, los hoteles son sitios para soñar.
Sueños son los que tenías y se cumplen, los que dejas en el camino y se olvidan y esos que nunca soñaste pero que la vida te regala y se convierten en los verdaderos sueños de tu vida. Lo escribí hace tiempo en una libreta que reencontré por casualidad hace unos días. Es por eso que me gustan los hoteles. En ellos consigo tomar distancia de verdad, ver con claridad cuáles son los sueños que me ha regalado la vida y encontrar con qué quiero seguir soñando.
Cuando se acerca el momento busco y busco un hotel hasta que encuentro uno que hace que me pare. Es como un flechazo. Me atrapa y ya por alguna razón, que no termino de entender hasta que estoy allí, sé que es el que estaba buscando. No he estado en muchos pero siempre me han dejado con más ganas de seguir buscando, de seguir soñando.
También hay un sitio desde la distancia, entre el "deseo de ir" y la espera, donde también son capaces de hacerte soñar sin nisiquiera pisarlos. El Hotel Bela Vista, encontrado en medio de una mis búsquedas, es de la cadena Relais & Chateaux y fue el primer hotel del Algarve. Durante días se quedó preso en mi retina (y en mi fondo de pantalla) y ha sido el culpable de hacerme soñar por primera vez este año con el sabor del verano y el olor a mar. A lo mejor un día.
Y tú ¿sueñas con hoteles?
Foto de Relais & Chateaux